jueves, 12 de junio de 2008

EL HINCHA DEL ROJO DE MARGARITA.

EL HINCHA DEL ROJO DE MARGARITA

Una vez por semana, la banda de margarita encabezada por maxi, el hincha huye de su casa y asiste al estadio para ver al ROJO DE MARGARITA Flamean las banderas, suenan las matracas, los cohetes, los tambores, llueven las serpientes y el papel picado; el pueblo de margarita desaparece, la rutina se olvida, sólo existe el templo la cancha de SARMIENTO DE MARGARITA.
Aquí, el hincha agita el pañuelo, traga saliva, glup, traga veneno, se come la gorra, susurra plegarias y maldiciones y de pronto se rompe la garganta en una ovación y salta como pulga abrazando a esa persona que grita el gol a su lado, auqella q conoce desde chico, que compartio las inferiores, que ayudo a pintar el trapo o que compartio varias cervezas y charlas de como salir adelante. Mientras dura la misa pagana, el hincha es muchos. Con miles de devotos comparte la certeza de que somos los mejores, todos los árbitros están vendidos, todos los rivales son tramposos.
Rara vez el hincha dice: hoy juega mi club, EL ROJO, Más bien dice: “Hoy jugamos nosotros”. Bien sabe este jugador número doce que es él quien sopla los vientos de fervor que empujan la pelota cuando ella se duerme, como bien saben los otros once jugadores q jugar sin hinchada es como bailar sin música.
Cuando el partido concluye, el hincha, que no se ha movido de la tribuna, celebra su victoria; qué goleada les hicimos, qué paliza les dimos, o llora su derrota; otra vez nos estafaron, juez ladrón. Y entonces el sol se va y el hincha se va. Caen las sombras sobre el estadio que se vacía. En las gradas de cemento arden, aquí y allá, algunas hogueras de fuego fugaz, mientras se van apagando las luces y las voces. El estadio se queda solo y también el hincha regresa a su soledad, yo que ha sido nosotros: el hincha se aleja, se dispersa, se pierde, y el domingo es melancólico como un miércoles de cenizas después de la muerte del carnaval.
Bueno este cuento empezó cuando maxi filippa me escribió a mi mail contándome lo que vive domingo tras domingo con su junta cuando va a ver al club de sus amores EL ROJO este chico me hizo meter tanto en su historia que me dio muchas ganas y fervor de escribir este cuento.

Con afecto Alejandro Appo.


Gracias Maxi Filippa y Alejandro Appo.

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